jueves, 6 de agosto de 2009

Cerro Téyotl (26 de julio de 2009).

Iniciamos la excursión en Llano Grande el Alto, por un camino secundario de terracería que se dirigía al SE. En algún momento, tuvimos a la vista la imponente cabeza de la Iztaccíhuatl, a la que nos fuimos acercando poco a poco, dándonos la impresión que podíamos tocarla con sólo estirar la mano. Casi al final del camino pudimos ver el Téyotl, parcialmente cubierto de nieve. Llegamos al refugio un poco retrasados, y luego de descansar un poco, ascendimos el cerro por su parte central. Después de algunos contratiempos menores, en algunos tramos medio resbalosos, alcanzamos la cumbre. Arriba: besos, abrazos y apapachos... a algunos hasta les tocó 'bautizo' con nieve, por ser su primer cumbre de más de 4000 msnm. No pudimos permanecer mucho tiempo arriba, pues el cielo comenzó a cerrarse, con amenaza de tormenta eléctrica. El problema fue la bajada, pues nuestros guías sólo recordaban vagamente la ruta más sencilla, por un 'acarreadero' que nunca encontramos. Pequeño error de cálculo que nos hizo encaramarnos e n las rocas, como arañas, al descender... Pero no nos quejamos... todo formó parte de la diversión; y así, aferrándonos a la pared con veinte uñas, regresamos todos al refugio, sanos y salvos, donde comimos. En el último tramo del trayecto hacia el camión cayó una lluvia regular, pero la vista del bosque cubierto de neblina cerró con broche de oro esta excursión de paisajes increíbles.

Balcón de Tecalco (19 de julio de 2009).

Bonita excursión en la región suroeste del Parque Nacional Zoquiapan. Bajamos del autobús en Llano Grande y descubrimos, con sorpresa, que habían corregido las pequeñas faltas hortográfikas del letrero que había causado sensación la última vez que visitamos el lugar. Siguiendo una ruta hacia el noroeste, subimos por la Cañada del Quesero, entre el Telapón y el Cerro Los Potreros, para llegar, después de un rato, a un collado (Puerto del Aire). De ahí continuamos hacia el norte, ascendiendo un poco el Cerro Torrecillas, desviándonos después al oeste, hasta encontrar el borde de la Cañada de Tecalco, entre los cerros Huiluapan y Los Potreros.
¡Con razón lo llaman 'el balcón'! Desde ahí (aproximadamente a 3500 msnm) se tiene una magnífica vista de los bosques de la región, e incluso del pueblo Manuel Ávila Camacho, centro de operaciones de muchos amigos de lo ajeno de la zona, según versión de Carlos.