viernes, 29 de enero de 2010

El Chico, Hidalgo (2 de agosto de 2009)

Planeada para llegar al 'Cenote Escondido', éste resultó TAN escondido, que nunca lo encontramos. Luego de arribar al parque donde està la roca de ‘El León Alado’, caminamos muchas horas dentro del bosque de esa zona sin hallar la vereda que nos conduciría al mentado lugar. Sin percatarnos, recorrimos un gran círculo y terminamos en el mismo sitio del que habíamos partido. La excursión no tuvo mayores incidentes fuera de las imprecaciones y blasfemias de los excursionistas contra el perdedizo Gastón y el pequeño susto que les metió el canijo de Marcelino a algunos miembros del club, ocultándose detrás de unos árboles y hablándoles con tono mefistofèlico. Juan Carlos, al escuchar la tètrica voz, con los ojos desorbitados, no atinó más que a decir: “¿Qui-qui-quién a-anda ái?... ¡MANIFIÉSTESE SEÑOR!” A Sylviane no le hizo ninguna gracia la bromita y Marcelino estuvo a punto de desatar la versiòn contemporànea de la batalla del 5 de mayo (en este caso, con la victoria del bando francès, sin lugar a dudas). A fin de cuentas, aunque no llegamos al destino propuesto, pudimos gozar de un día magnífico y un paisaje maravilloso. Gastòn prometiò, solemnemente, sacarse la espina en un futuro pròximo... eso està por verse.

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